La vendimia se realiza de noche, para evitar posibles oxidaciones y mantener el máximo de su potencial aromático. Una vez tenemos la uva en depósito, realizamos una maceración corta durante unas 4-6 horas. El resultado de esta maceración, es un vino de color rosa intenso. Una vez alcanzado el color deseado, se sangra directamente en el mismo depósito y se realiza una maceración más, esta vez en frío, de 24 horas para conservar al máximo sus aromas. Se deja que empiece la fermentación a partir de sus propias levaduras autóctonas, presentes en la propia uva. La fermentación se realiza a baja temperatura (15 – 18 ºC) para conservar al máximo todo el potencial de la Prieto Picudo.

Posteriormente, realizamos una crianza sobre sus lías más finas de 3 a 6 meses.

Por último, clarificamos y estabilizamos mediante frío para su posterior embotellado.

Nuestra filosofía, crear vinos honestos y naturales. Seleccionamos la mejor materia prima posible y controlamos todos los aspectos del proceso. Esto hace que prácticamente no tengamos que añadir ningún producto durante la elaboración. Y cuando es necesario hacerlo, siempre empleamos productos que cumplan la certificación vegana y ecológica.